miércoles, 24 de junio de 2015

LEYENDA LAS BRUJAS DEL TRAPICHE

LAS BRUJAS DEL TRAPICHE

En el valle denominado trapiche el que tiempos pasados estaba cubierto e
frondosos árboles en su mayoría caoba, cedro, guanaste alrededor de la
pradera cubierta de sabana y gualiquemes y sangregrados a la orilla del
caudaloso rio; llamaban trapichi, hacia las comunidades de oriali, esteli, oropoli
cuentan que solo existía una choza en la que Vivian tres mujeres
descendientes d la tribu Matagalpa, sus nombres indígenas eran Arakati, Tanki,
Bulí, eran tan extrañas que no se relacionaban con nadie.
Quienes por allí pasaban aunque cansados por el viaje no se detenían a pasar
porque según comentarios (se convertían en lechuza) eran brujas y sentían
Las mujeres solteras no trabajaban y en su casa no faltaba nada alimento
alguno: maíz, frijoles, arroz, queso, leche, mantequilla, carne de pollo, cerdo y
res ; producto del robo, según los habitantes, de las comunidades vecinas ya
que sufrían perdidas de granos y animales frecuentemente.
Preocupados por la situación, y teniendo conocimiento que en teupasenti
existía un brujo especialista  en bajar lechuzas, lo hicieron venir.
Korolati, que así se llamaba el brujo, era un hombre peludo, desgreñado, de
mediana estatura, cara redonda, medio regordete, vestía ropa llena de
remiendos, lampiño por ser indio de la misma tribu de los Matagalpa.
Llego a trapichi como a las once de la noche de un día jueves, la noche estaba
un tanto oscura, mas aun por lo espesó de la montaña donde solo se oía el
trinar de los grillos, el silbido del pájaro el león, el cuuu del pajuil, el maullar del

Se sentó en las gambas de un Guanacaste, saco del salveque una trenza de
tabaco, la mordió empezó a saborearla como si se tratara de un delicioso trozo
de carne, fija la vista en la choza de raja parada con sendas hendiduras por las
que atreves se filtra las luz del ocote que se consumía:

 Mas o menos como a las doce de la noche sintió un leve frio observándose  un
silencio  intenso percibiendo un fuerte olor a sangre como si se tratara de un de
un destazo, las llamas del ocote se avivaron con paso suave y lento, como si
estuviera cansado atisbo detrás de la reja  observando que las tres mujeres se
despojaron de la escasa ropa hasta quedar completamente dormidas,
colocaron en el centro de la choza una vasija de barro empezaron a dar vueltas
alrededor al tiempo que con un cuchillo de piedra se quitaban la carne de los
glúteos y mamas, depositándola en  la vasija, luego se degollaron y se
colocaron de manera que la sangre callera en el recipiente ; terminando este
proceso, tomaron unas alas con rapidez, alzaron vuelo en forma circular
causando un leve remolino al tiempo que de sus bocas salía un grito, chuaz,
chuaz, kir, kir, kir…

Koloroti, dijo para sí “jum con que era verdad que Jon chuasa las que tienen sin
animales a los amigos míos, gua ver si van a seguir estas puercas”.
Coloco una estaca en el centro de la pradera, alrededor de la estaca un collar
de ojos con siete cabezas, siete lagrimas de San Pedro, se “emosalo”un
cuchillo de siete ramales y cada ramal siete nudos, dio siete vueltas alrededor y
al revés, y a la vez que en cada vuelta daba un latigazo al suelo.

Las lechuzas empezaron a caer en forma circular, al llegar al suelo, dio a cada
una de ellas siete latigazos, alzaron vuelo en diferentes direcciones; al caer se
convirtieron en grandes terrones, al tiempo porque la choza cogió fuego, la
sangre y la carne que contenía la vasija, grito despavoridamente reduciéndose
a simples quejidos que se fueron perdiendo en el espacio.
Se escucho un estruendo al reventarse los grandes terrones, diseminándose
en diferente, lugares, muchos terroncitos de metro de alto.
Es por eso que esa comunidad se conoce con el nombre de Terrones.

DETALLE:Los Terrones es una comunidad ubicada a 4 kilómetros al norte de  El
Paraíso en el valle conocido El Trapiche.

EDITADO POR;

ANA RAQUEL REYES

ALINA ISABEL ARDON

DANIELA YANINA REYES

FRANCY JESSARELA RODRÍGUEZ

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